
-¿Tengo yo pinta de una mujer ideal?
No es la mujer ni el hombre los que tienen que ser ideales, sino lo que quieren compartir juntos. Una gran historia de amor es el encuentro de dos donantes.

¡Aquí! ¡Estoy aquí! En el medio, en el medio de dos caminos. Intentando elegir uno, pensando que va a ser de mi vida, cómo va a ser mi futuro, aun que si te plantas delante de ese camino ten por seguro que lo elegiré. ¿Estás preparado? Cuando corra hacia ti cógeme, sujétame con fuerza y que ni se te ocurra soltarme, por nada del mundo. Dame vueltas, hazme volar entre este puto viento y luego corramos, vayámonos lejos. ¡FUGUÉMONOS!